Definición
Insumos de origen orgánico o mineral natural, con baja transformación, que aportan nutrientes y materia orgánica al suelo, favoreciendo su estructura y vida microbiana.
Conoce qué son, cómo se preparan y se aplican de forma responsable para mejorar la salud del suelo. Este sitio es meramente informativo: no vende productos ni capta datos personales.
Insumos de origen orgánico o mineral natural, con baja transformación, que aportan nutrientes y materia orgánica al suelo, favoreciendo su estructura y vida microbiana.
Su uso debe considerar análisis de suelo, necesidades del cultivo y buenas prácticas para evitar pérdidas y riesgos sanitarios.
Mejoran estructura, retención de agua y actividad biológica, ayudando a la fertilidad a largo plazo.
Aportan macronutrientes y micronutrientes de liberación gradual según su composición y madurez.
Valorizan residuos orgánicos y reducen desperdicios, favoreciendo sistemas más sostenibles.
Materia orgánica estabilizada mediante descomposición aeróbica controlada.
Humus de lombriz obtenido por lombrices y microbios; alta estabilidad y diversidad microbiana.
Mezcla fermentada con materiales orgánicos y fuentes minerales naturales, de rápida elaboración.
Solo tras compostaje/maduración; abonos frescos pueden implicar riesgos sanitarios y fitotóxicos.
Enmiendas como roca fosfórica o cenizas en dosis controladas, según análisis de suelo.
Preparados líquidos a partir de compost/vermicompost; requieren higiene en elaboración y uso.
Un análisis de suelo orienta correcciones de pH, materia orgánica y nutrientes; evita sobreaplicaciones.
La mineralización depende de temperatura, humedad, relación C/N y madurez del abono.
Equilibrar materiales “verdes” y “marrones”, airear, mantener humedad tipo esponja y permitir que alcance temperaturas de higienización.
Ubicación ventilada y protegida, control de olores, evitar residuos peligrosos y animales domésticos.
Preferir pre-siembra o cobertura ligera; incorporar suavemente sin dañar raíces y evitar saturación.
Para hortalizas de hoja y consumo crudo, usar solo abonos maduros; respetar tiempos de seguridad.
Las dosis dependen del análisis de suelo, cultivo y material usado. Consulta recomendaciones técnicas locales.
Lavado de manos, herramientas limpias y protección personal al manipular materiales.
Verifica que el abono esté estabilizado (olor a suelo, temperatura ambiente, textura homogénea).
Aprovecha restos de cocina y poda para reducir residuos y cerrar ciclos de nutrientes.
La materia orgánica contribuye a secuestrar carbono y mejorar la resiliencia del suelo.
Restos de origen vegetal/animal descompuestos que mejoran el suelo.
Equilibrio entre carbono y nitrógeno que afecta la descomposición.
Transformación de orgánico a formas disponibles para la planta.
Material usado para mejorar propiedades físicas/químicas del suelo.
Proceso que reduce patógenos mediante temperatura/tiempo adecuados.
Medida de acidez/alcalinidad que condiciona la disponibilidad de nutrientes.
Restos vegetales, cáscaras, hojas secas y podas. Evita aceites, carnes y residuos peligrosos.
Olor a tierra, color oscuro, temperatura ambiente y materiales irreconocibles.
No en cultivos de consumo inmediato. Debe compostarse o curarse para reducir riesgos.
Depende del cultivo y del suelo. Prioriza aplicaciones moderadas y periódicas, guiadas por diagnóstico.
Recurso educativo independiente y meramente informativo. No comercializa productos ni solicita datos personales.
Contacto editorial: editor@tudominio.com
La información es general y puede variar según condiciones locales. No sustituye asesoría agronómica ni constituye invitación a contratar.
No recopilamos datos personales ni mostramos formularios. Si nos escribes por correo, se usa únicamente para responder.